Visitante

23 septiembre 2010

Elementos para el análisis semiótico del escudo de la USAC

Al amigo tito le pedí compartir este artículo con ustedes y muy amablemente aceptó.

Por: Carlos Augusto Velásquez.   www.titovelrod.blogspot.com

Presentación
Este es un análisis sencillo, realizado con algunas herramientas que aporta la semiótica para el análisis de los textos (lingüísticos, icónicos, cromáticos etcétera). A partir de los principios de la dialéctica, la semiótica busca el sentido a partir de las oposiciones que se generan en el interior de un discurso. De esta cuenta, haré un recorrido por los elementos de sentido que ofrece el escudo. Inicio con una segmentación de los elementos que lo conforman para luego explicar cada uno de ellos.

Segmentación

El escudo se compone de dos círculos: uno externo, con texto lingüístico; y uno interno, con textos icónicos, cromáticos y lingüísticos.

Círculo externo

Contiene la leyenda, en latín “CAROLINA ACADEMIA COACTEMALENSIS INTER CAETERAS ORBIS CONSPICUA”. Traducido al castellano significaría “Universidad de San Carlos de Guatemala, grande entre las del mundo”. Esta frase establece dos oposiciones:
USAC vs. otras universidades
Guatemala vs. el mundo
Por medio de la primera oposición se establece una síntesis jerárquica, dentro de la cual la USAC es presentada como grande, por lo que se infiere que la mayoría de las otras son más pequeñas. La segunda oposición se establece a partir de la primera y genera la síntesis contraria: el mundo es grande, por lo que Guatemala es pequeña. Entonces, la frase, en el plano semántico plantea que la grandeza de la USAC se dimensiona a partir de la pequeñez de Guatemala. Se trata más bien un recurso retórico que conduce hacia una suerte de sinécdoque hiperbórea: es más grande el contenido (USAC) que el continente (Guatemala). El sentido anterior no necesariamente implica un complejo de inferioridad, aunque sí manifiesta en al menos uno de sus semas ese extremo. Trataré de afirmar o descartar este elemento ideológico a partir del análisis de los elementos establecidos en el círculo interior.
Otro elemento significativo es el que la frase esté en latín. En primer lugar, ello implica la valoración del mundo académico heredado de la antigüedad clásica greco-latina. En segundo lugar, connota un pensamiento con ambiciones de universalidad académica. A partir de los dos elementos anteriores se establece que la cultura guatemalteca, si quiere aspirar a desarrollarse, debe apuntar hacia ese mundo clásico-europeo.

Círculo interno

Se trata de un discurso con determinante visual en el que se combinan elementos icónicos, cromáticos y lingüísticos, en ese orden de jerarquía visual. Pueden segmentarse tres planos visuales:
· el plano central presenta tres imágenes: la efigie de San Carlos de Borromeo; la tiara y las llaves del pontificado; y la efigie del apóstol Santiago.
· en los planos laterales, se aprecian dos torres y dos leones (uno y una de cada lado; también aparecen dos columnas: la izquierda con la leyenda latina “plus” y la de la derecha con la leyenda “ultra”.
· en el plano inferior, la imagen estilizada de tres volcanes, uno de ellos en erupción.

El eje religión-poder

Las tres imágenes que ocupan el plano central son las que revisten mayor peso semántico por su ubicación y por la dirección visual que generan. El elemento isotópico que los unifica es el sema religioso o espiritual: las tres son figuras de naturaleza religiosa. Además, las unifica el sema de “poder”, que está presente en todas ellas: las llaves, la aureola y la espada. En conjunto ofrecen una lectura semántica de poder-religión.
San Carlos de Borromeo. Es la imagen preponderante ya que se ubica al centro del escudo. Presenta una actitud contemplativa, serena, reflexiva. Su presencia obedece a que era el patrono del rey Carlos II, bajo cuyo mandato se fundó nuestra universidad. Por ello, más que al propio San Carlos de Borromeo, en el plano pragmático la imagen remite a Carlos II y hace énfasis semántico en el carácter “real” de nuestra universidad.
La tiara y las llaves. Colocada sobre San Carlos, esta imagen confirma la legitimación del poder civil por medio de la iglesia. En el plano sintáctico connota la jerarquía superior de la religión sobre el poder humano; pero en el plano semántico diviniza el poder monárquico y, por lo tanto, lo legitima éticamente.
Santiago. Dada la jerarquía sintáctica en relación con las otras dos figuras de este eje, la imagen representa al Apóstol Santiago, patrono de la Antigua ciudad de Guatemala. Con ello connota, en primer lugar, a Guatemala; pero, sobre todo, connota la subordinación semántica de Guatemala (la ciudad y la sociedad) en relación con España y con el cristianismo. Con esto se confirman las oposiciones descritas en el círculo exterior y se transita deductivamente de lo superior (el mundo simbolizado en la fe cristiana) hacia lo inferior (Guatemala, simbolizada en el Apóstol Santiago).
Al relacionar los tres elementos de este eje se puede extraer una nueva connotación: el camino de Guatemala hacia la universalidad pasa siempre, y tiene como intermediario necesario, a España. En el plano pragmático ideológico significa al menos dos cosas:
· La cultura universal es la cristiana-latina.
· Para que Guatemala se desarrolle cultural (académica) mente, debe aspirar a la cultura cristiana-latina.
· El camino del desarrollo de Guatemala pasa siempre por España.

El eje académico

En estos planos laterales se aprecia el único discurso académico del círculo interior. En primera instancia, a nivel ideológico, se confirma lo expresado en el plano central. Las torres y los leones que denotan la unión de los reinos de Castilla y León, confirman y vinculan el eje religión-poder. En primer lugar, remarcan el carácter “real” de los orígenes de la universidad. Pero, a través de ello, confirman nuestra dependencia intelectual de ese patrón colonial.
Las columnas laterales con la inscripción “plus” y “ultra”, significan “más allá” y fueron inspiradas en la frase latina “non plus ultra” (no más allá) que significaba el límite occidental del mar Mediterraneo y, de acuerdo con los conocimientos en la antigüedad clásica, el límite del mundo mismo. Entonces, la frase Plus ultra no solo significa que sí se pudo ir más allá de Europa; pero, a la vez, connota el triunfo del espíritu español que se atrevió a ir “más allá” de sus confines para descubrir nuestras tierras. En el terreno ideológico, la frase, en primer lugar, remite al mundo latino. En su vinculación sintáctica con la tiara, remarca el carácter universal del pensamiento que España nos heredara. Además, configuran el mundo académico basado en el conocimiento clásico-humanista-pagano con la fe y la religiosidad cristiana.

El eje de lo autóctono

El único elemento autóctono con el que se perfila el escudo es el de los volcanes, que aparecen en el plano inferior, así como el cielo connotado en el manejo de los tonos celestes que sirven de fondo. Es el único eje que remite a la naturaleza y la presenta estilizada e idealizada. Pero, sobre todo, la presenta como virgen. Con ello se instaura una oposición fundamental para comprender la dimensión ideológica del discurso del escudo, a la vez que se establecen las relaciones semánticas con los demás elementos:
Naturaleza vs. cultura
Guatemala vr. Europa
no-desarrollo vr. desarrollo
La concepción de Guatemala como paisaje virgen confirma la visión que de nuestra realidad impusieron los colonizadores: nos vieron como una realidad virgen, sin ningún desarrollo cultural. Se connota la visión de una Guatemala en la que, en primer lugar solo existe naturaleza virgen; en segundo lugar, no existen manifestaciones culturales (o estas no tienen importancia alguna en el discurso derivado del escudo). En tercer lugar, la construcción de nuestra cultura solo puede venir de Europa por medio de España.

Balance final

El discurso que presenta el escudo legitima el discurso impuesto con la Colonia y evidencia la visión que de los territorios conquistados tenían los conquistadores: llegaban a tierras vírgenes, sin cultura, que debían ser civilizadas por la cultura europea. En el contexto del siglo XVI, en Europa se asumía como cultura el dominio sobre la naturaleza; la emancipación del hombre con respecto a los lazos instintivos que lo ataban a la naturaleza agreste. En ese contexto, la única concepción posible acerca del desarrollo académico universitario era, precisamente, la adquisición de la cultura occidental.
Sin embargo, el escudo actual empezó a usarse hasta ya entrada la década de los años 20. En ese contexto ya América había producido dos grandes movimientos culturales que daban la pauta para la emancipación cultural de España: el modernismo (que buscaba cambiar el patrón cultural de España por el de Francia) y el criollismo, que buscaba en lo americano autóctono las claves para el desarrollo. Este segundo movimiento dominaba la producción literaria latinoamericana.
Al analizar el contenido ideológico del criollismo nos percatamos de que su planteamiento central era, justamente, el de ver la Naturaleza americana como una barbarie que debía ser civilizada. Basta recordar la simbología de la novela emblemática de esta corriente: Doña Bárbara. En ella, el símbolo de la Naturaleza hostil al ser humano era el personaje de doña Bárbara. El símbolo del espíritu civilizador triunfante era Santos Luzardo. Su nombre, justamente, entronca los dos elementos ideológicos que prevalecen en el escudo de la USAC: Santos, nombre que alude casi burdamente a la religiosidad cristiana como soporte espiritual del espíritu civilizador. Luz-ardo, símbolo de la luz y, en la terminología de la “ilustración” francesa, el retorno al pensamiento clásico greco-latino.
El escudo, fruto de su tiempo, legitima el discurso europeizante y niega o no toma en cuenta como válido el discurso cultural autóctono.

No hay comentarios:

Publicar un comentario