JORGE MURGA
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
Universidad de San Carlos de Guatemala
Revista Economía No. 174, octubre-diciembre 2007
GUATEMALA
En febrero de 1524
[i], acompañado de varios cientos de hombres entre españoles y mexicanos
[ii], Pedro de Alvarado llega al territorio maya de la actual Guatemala. Después de cruentas batallas con los ejércitos quichés en Xetulul Junbatz, Chuabaj, Palajunoj y Chuarral, luego de la muerte del Gran señor Tecún Umán en Pachaj
[iii], aprovechando las divisiones internas de la sociedad maya-quiché y gracias a un aparato militar superior, el ejército invasor se impone en Chi Gumarcaaj no obstante el coraje y dignidad de Oxib’ Quiej y Belejeb’ Tz’i
[iv], los Grandes señores del Quiché, a la lucha heroica de los mames encabezados por el Gran señor Kaibil (¿Kab’awil?) Balam en Zaculeu
[v], a la resistencia heroica de los cakchiqueles y sus Grandes señores Belejeb’ K’at y Kajeb’ Imox en las montañas de Iximché
[vi], y a otros pueblos más.
La derrota militar de la sociedad maya-quiché se tradujo en la ocupación de su territorio y el sometimiento de sus pobladores. Se impone el término «indio» para designarles socialmente, se les reduce a un estado de servilismo, y la Corona de España se apropia —¡por derecho de conquista!— de su vasto y rico territorio. Se inicia la colonia, nace Guatemala.