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15 agosto 2010

La doble moral de los poderes ocultos

Lo físico está condicionado por lo mental; si no alimentas a ésta con la verdad, serás un sonámbulo.



Juan Carlos Ayala. Siglo xxi, 14/08/10
Denuncias de violencia, corrupción, ingobernabilidad, ausencia de valores, de un ineficaz e ineficiente gobierno y de autoridades corruptas. Una formación social está compuesta de superestructuras (ideológica, política, económica, religiosa, militar), cada una de las cuales tienen su rol específico en el desarrollo y conducción de un país.
La sociedad guatemalteca no es la excepción; tenemos superestructuras muy influyentes por orígenes históricos, las cuales al mismo tiempo corresponden a intereses internacionales; a partir del 15 de septiembre de 1821, nuestro país no logró su independencia; sólo cambió de dueño, como ejemplo base. Estas mismas son las que se encargan de solapar las actividades de los gobiernos que son de su gusto. Nuestras generaciones de jóvenes se van formando bajo la sombra del oscurantismo y han llenado sus mentes de esquemas sociales y ataduras mentales. Descuartizar mediáticamente a los que no son de su entera satisfacción.
Saben que el guatemalteco por naturaleza no lee. Nuestras generaciones de jóvenes se van formando bajo la sombra del oscurantismo y han llenado sus mentes de esquemas sociales y ataduras mentales. Sin parecer exagerado, y lo digo con pena, la verdad está muy lejos de ellos y es cuando el concepto de libertad se vuelve más relativo que nunca, porque ésta no sólo debe ser física, sino que mental; entonces es un territorio fértil a sus malintencionados convencimientos y es donde radica el punto y la doble moral.
Los gobiernos que no son de sus simpatías tienen que ser perfectos, cero fallas, en todo; pero por ejemplo, los productores de azúcar aglomerados en su sector, pueden esconderla y contrabandearla a México, para provocar escasez e incrementar su precio; no importándoles las necesidades básicas de la población y pasando por alto las sagradas escrituras económicas de la oferta y la demanda; las familias más influyentes y poderosas económicamente pueden venir y elaborar un plan desestabilizador, con tal de preservar sus viles intereses de clase, utilizando a un psicomaniático que planea su propia muerte; poderosos industriales que no pagan sus impuestos como deben ser; militares que participan en el holocausto de Dos Erres, hablan ahora de principios morales y hasta aspiran a la Presidencia de la república; patronos que no pagan las prestaciones laborales como dictan las respectivas normas; los sacerdotes abusan de niños y hacen cada desfachatez en el nombre de Dios; y asimismo, pastores evangélicos que lucran con la fe e incredulidad de las personas, para darse una vida suntuosa, a través del obligatorio diezmo.
Entonces, ¿quién tiene solvencia moral y derecho para criticar a quién? Mejor pongámonos a hacer lo que nos corresponde, de la mejor manera posible.

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